Las religiones cristianas están llenas de preceptos humanos, llenas de obligaciones a cumplir y que si no se cumplen no podremos ir al Cielo, confesión, primera comunión, confirmación, el pago de diezmo, bautismo del agua etc.
Pero lo que Dios quiere es que seamos caritativos, humildes, sencillos, misericordiosos, o sea amar al prójimo sin tantos protocolos.
Por causa de tantos preceptos que son leyes, la gente termina por creer que asistiendo a una celebración religiosa y cumpliendo lo que el sacerdote o pastor les ha dicho, ya han hecho todo lo que debían, dejando de lado lo más importante, conocer a Dios haciendo lo que El nos pide.
Naaman era un hombre poderoso, jefe del ejercito de los sirios y mano derecha del Rey de Aram, enemigos de Israel, no estaba circuncidado, no estaba bautizado, no asistía a ninguna celebración, ni conocía a Dios, no obstante, obtuvo la gracia de conocer a Dios, ¿ porque ? – porque era un hombre recto, humilde y misericordioso.
La biblia hace un resumen de la historia de Naaman, no dice que era humilde y misericordioso, pero lo que la biblia relata, son las actitudes de Naaman que lo identifican como un hombre humilde y misericordioso, como dice la palabra, por sus fruto lo conocerán.
2 Reyes 5
1 Naamán, jefe del ejército del rey de Aram, era hombre muy estimado y favorecido por su señor, porque por su medio había dado Yahveh la victoria a Aram. Este hombre era poderoso, pero tenía lepra.
Por analogía, también está la lepra espiritual, todos la tenemos, son las reglas que imponen las religiones y una creencia equivocada en el conocimiento de Dios, como así también nuestras costumbres y tradiciones y nuestras adicciones, etc.
2 Habiendo salido algunas bandas de arameos, trajeron de la tierra de Israel una muchachita que se quedó al servicio de la mujer de Naamán.
3 Dijo ella a su señora: "Ah, si mi señor pudiera presentarse al profeta que hay en Samaría, pues le curaría de su lepra."
Una muchachita judía y sirvienta que podía hablar libremente y aconsejar, y además aceptar su consejo, habla de la humildad y misericordia de Naaman y su esposa.
4 Fue él y se lo manifestó a su señor diciendo: "Esto y esto ha dicho la muchacha israelita."
Y hasta el Rey de siria acepto el consejo de la muchachita porque el consejo era bueno, la propuesta de la chica era bien intencionada, y eso es lo que cuenta para Dios.
5 Dijo el rey de Aram: "Anda y vete; yo enviaré una carta al rey de Israel." Fue y tomó en su mano diez talentos de plata, 6.000 siclos de oro y diez vestidos nuevos.
En esa época y también en la actualidad en menor media, se estilan los obsequios entre los jefes de las naciones, como también las cartas de recomendaciones, pero estas cosas le tienen sin cuidado a Dios.
6 Llevó al rey de Israel la carta que decía: "Con la presente, te envío a mi siervo Naamán, para que le cures de su lepra."
7 Al leer la carta el rey de Israel, desgarró sus vestidos diciendo: "¿Acaso soy yo Dios para dar muerte y vida, pues éste me manda a que cure a un hombre de su lepra? Reconoced y ved que me busca querella."
Vemos aquí la actitud del Rey de Israel, muy distinta al Rey de Aram, una actitud tremendamente egoísta y desprovisto de toda humildad, pero seguramente asistía puntualmente a las celebraciones de los judíos creyendo que daba gloria a Dios.
8 Cuando Eliseo, el hombre de Dios, oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió a decir al rey: " ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Que venga a mí y sabrá que hay un profeta en Israel."
Como se entero el Profeta Eliseo ? – seguramente Dios estaba atrayendo a Naaman para curarle de su lepra y otorgarle la gracia de conocerle
9 Llegó Naamán con sus caballos y su carro y se detuvo a la entrada de la casa de Eliseo.
10 Eliseo envió un mensajero a decirle: "Vete y lávate siete veces en el Jordán y tu carne se te volverá limpia."
No se trató de una atención despectiva, pero Naaman llevaba muchos regalos, plata y oro, sin saber que Dios da todo gratis,
y para que sepamos como actúa Dios, sin protocolos y de la manera más sencilla, porque Dios es humilde de corazón, es como lo dice Jesús, " aprendan de mi que soy sencillo y humilde corazón "
11 Se irritó Naamán y se marchaba diciendo: "Yo que había dicho: ¡Seguramente saldrá, se detendrá, invocará el nombre de Yahveh su Dios, frotará con su mano mi parte enferma y sanaré de la lepra!
12 ¿Acaso el Abaná y el Farfar, ríos de Damasco, no son mejores que todas las aguas de Israel? ¿No podría bañarme en ellos para quedar limpio?" Y, dando la vuelta, partió encolerizado.
Naaman no conocía a Dios y mal interpreto la actitud de Eliseo, tampoco los judíos conocían a Dios, ¿ y nosotros ?
13 Se acercaron sus servidores, le hablaron y le dijeron: "Padre mío; si el profeta te hubiera mandado una cosa difícil ¿es que no la hubieras hecho? ¡Cuánto más habiéndote dicho: Lávate y quedarás limpio!"
Vemos nuevamente que Naaman es aconsejado por sus sirvientes, siendo El un hombre poderoso, no tenia como consejero a un diplomático de carrera, sino a sus sirvientes.
14 Bajó, pues, y se sumergió siete veces en el Jordán, según la palabra del hombre de Dios, y su carne se tornó como la carne de un niño pequeño, y quedó limpio.
15 Se volvió al hombre de Dios, ( Eliseo ), él y todo su acompañamiento, llegó, se detuvo ante él y dijo: "Ahora conozco bien que no hay en toda la tierra otro Dios que el de Israel. Así pues, recibe un presente de tu siervo."
16 Pero él dijo: "Vive Yahveh a quien sirvo, que no lo aceptaré"; le insistió para que lo recibiera, pero no quiso.
17 Dijo Naamán: "Ya que no, que se dé a tu siervo, de esta tierra, la carga de dos mulos, porque tu siervo ya no ofrecerá holocausto ni sacrificio a otros dioses sino a Yahveh.
18 Que Yahveh dispense a su siervo por tener que postrarse en el templo de Rimmón cuando mi señor entre en el templo para adorar allí, apoyado en mi brazo; que Yahveh dispense a tu siervo por ello."
19 El le dijo: "Vete en paz." Y se alejó de él una cierta distancia.
De esta manera, Naaman un enemigo de Israel, obtuvo la gracia de conocer a Dios, ser curado de su lepra y adquirir una sabiduría para alabar a Dios, y aceptar el sacrificio personal que significa alabar a Dios, como la carga de dos mulos.
Lo que sigue ya es otra historia, la de un hombre codicioso que se aprovecho de la gracia de Dios para obtener un beneficio personal, pero fue su perdición
20 Guejazí, el criado de Eliseo, el hombre de Dios, se dijo: "Mi amo ha sido indulgente con Naamán, ese arameo, al no aceptar de su mano lo que traía. ¡Vive Yahveh!, que voy a correr tras él y tomaré algo de su mano."
21 Guejazí partió en seguimiento de Naamán. Naamán vio que corría tras de él y saltó del carro a su encuentro y dijo: "Todo va bien?"
22 Respondió: "Bien. – Mi señor me envía a decirte: Acaban de llegar a mí dos jóvenes de la montaña de Efraím, de la comunidad de los profetas; dame, por favor, para ellos un talento de plata y dos vestidos de fiesta."
23 Dijo Naamán: "Dígnate aceptar dos talentos y dos vestidos de fiesta." Le insistió, y metió dos talentos de plata en dos sacos y se lo entregó a dos de sus criados que lo llevaron delante de él.
24 Cuando llegó a Ofel, lo tomó de sus manos, y lo puso en la casa y despidió a los hombres, que se fueron.
25 Cuando llegó y se presentó a su señor, Eliseo le dijo: "¿De dónde vienes Guejazí?" Respondió él: "Tu siervo no ha ido ni aquí ni allá."
26 Le replicó: "¿No iba contigo mi corazón cuando un hombre saltó de su carro a tu encuentro? Ahora has recibido plata y puedes adquirir jardines, olivares y viñas, rebaños de ovejas y bueyes, siervos y siervas.
27 Pero la lepra de Naamán se pegará a ti y a tu descendencia para siempre." Y salió de su presencia con lepra blanca como la nieve.
No olviden, Dios da todo gratis, sus verdaderos servidores también